Un sujeto que no ha dado a conocer su nombre ha forjado el mismo una sortija de compromiso para pedir la mano de su novia nada más y nada menos que de un trozo de meteorito. El hombre apodado Laporkenstein asegura haber empleado la misma técnica con que se realizan las espadas samuráis pero aplicada a esta sortija. El amor hace hacer cosas sorprendentes.
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